EL JAMÓN DEL SANDWICH
Dirimir esta extraña relación entre el campo y el gobierno volcando las preferencias a unos o a otros, parecería que es el único objetivo que tienen entre manos los participantes de un pleito que lleva más de 20 días. Está visto que tanto en uno como en otro sector parece haber factores enfermizos y antisociales que no permiten que se levante la bandera blanca de la concordia para comenzar las negociaciones en términos serios, sin chicanas ni exteriorizaciones públicas que ahonden más las diferencias.
Muy lejos estamos, los que habitamos este suelo, aquellos que no somos ni del campo ni del gobierno, de convertirnos en actores principales de la disputa pese a ser los grandes perjudicados no solo por carecer de los alimentos indispensables que componen la canasta familiar sino porque una vez retomada la distribución normal, terminamos pagando todo a precios irracionales, como si fuera esta una parodia dedicada exclusivamente a aumentar indiscriminadente los precios de los alimentos, en vez de defender los intereses de un sector contra el abuso del gobierno en las retenciones.
Si se trata de solidarizarse con ruralistas, chacareros y pequeños agricultores, no he visto, nunca, en mis 65 años, que "la gente del campo" se hayan movilizado a favor del 82% vital y móvil de los jubilados que siguen a la deriva como consecuencia de la política nefasta que este y otros gobiernos anteriores, han venido impulsando con posterioridad a la época en la que Francisco "Paco" Manrique estaba a cargo del Ministerio de Bienestar Social.
No he visto a "los del campo" protestar por la espiral inflacionaria en los productos de la canasta familiar o de primera necesidad, que vienen incrementándose desde hace tres años (especialmente por los formadores de precios que son las grandes cadenas de supermercados) y que oficialmente esconden debajo de la alfombra, disfrazando las encuestas del INDEC, para que la verdad no nos duela tanto.
Tampoco he visto a "los del campo" preocupados por la venta indiscriminada de tierras en la patagonia argentina a precio vil y menos los he visto preocupados por la desocupación, por la pobreza, por la carencia de planes de salud a nivel nacional y por todas las cosas que nos afectan a los argentinos.
Si están preocupados por las cosas que sólo les competen a ellos... y encima pretenden que el pueblo se embandere detrás de sus reivindicaciones.
Por eso, no estoy con los del campo.
Asimismo, la mayoría del pueblo argentino es rehén de la incapacidad de este gobierno y de la extorsión que los grandes exportadores y las multinacionales realizan a través de sectores de pequeños productores y chacareros (que piden reivindicaciones justas), violando derechos inalienables de los argentinos, como:
Art. 14 de la Constitución Nacional.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender
Art. 22.- El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.
Art. 43.- Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización.Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística.Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio.
En definitiva, se ha intentado lograr diferentes propósitos, entre los cuales se destacan:
1. Obtener aumentos en los alimentos para el consumo interno al mismo nivel del dólar exportación.
2. Beneficiarse con la reducción de impuestos a la exportación (aún cuando las retenciones sean ilegales y se apliquen, alguna vez menos y otras más, desde la época de las dictaduras militares).
3. Lograr que miles de hacendados y propietarios de grandes hectáreas y parcelas alquilen sus campos en vez de dedicarse a la producción, logrando de este modo que una camada de nuevos ricos vivan de una renta vitalicia sin hacer prácticamente nada.
La petición de reivindicaciones de una buena parte de los hombres de campo, chacareros y pequeños productores, no por ser justas pueden ir de la mano de la transgresión y la violación de nuestra ley más sagrada que es la Constitución Nacional, con el agravante de haber provocado desabastecimiento y aumentos indiscriminados de los stocks de productos de primera necesidad como pollos, leche, hortalizas, frutas, etc.
De manera que la responsabilidad de la gente del campo en las consecuencias que derivan de su actitud es manifiesta.
Por el otro lado está el gobierno, que juega al cansancio de los hombres de campo y al malhumor de la gente. Su responsabilidad es doble, porque no se conduce un país con "piloto automático", esperando que todo lo resuelva la suerte para poder eludir un frente de tormenta.
Este gobierno, como el anterior (y los anteriores), no tiene planes. No existe un perfil de país, seguimos improvisando sobre la marcha y dependiendo de la coyuntura.
Por eso, no estoy con el gobierno.
Solo cumpliendo las leyes, nuestro país dejará atrás la decadencia que lo inunda. Esas mismas leyes que transgreden unos y otros, sin importarles lo que el pueblo argentino sufre al ser siempre el jamón del sandwich.