(Por Ricardo Talesnik*). Era un país con gente buenísima. En diarios y revistas, por radio y televisión, todo el mundo hablaba de amor y deseaba la felicidad de la gente. Jamás una manifestación de egoísmo ni de indiferencia. Sólo se vertían expresiones que denotaban generosidad y altruísmo. La corrupción era condenada unánimente, sin excepciones. Diariamente se emitían a través de los medios mensajes contra la droga y la delincuencia. Los más célebres y representativos personajes se preocupaban únicamente por los temas nobles y elevados, más allá de los bajos apetitos materiales, lejos de la vanidad y la soberbia. En sus declaraciones se advertían el amor al prójimo, el afecto por las causas dignas y la lucha incesante por mejorar la vida de los otros. Entre los habitantes de aquella nación había gente mala, como en todas partes, pero la gente buena era mayoría, y eso se notaba de modo muy especial en quienes tenían la oportunidad de manifestarse públicamente, desde modestos comunicadores hasta las más famosas figuras de la política, el deporte o el espectáculo. Aunque resulte increíble, ese país con tantas personas bondadosas todavía existe: se llama República Argentina.
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*Ricardo Talesnik, dramaturgo, autor de numerosos guiones y textos de obras consagradas a nivel local e internacional, logró un gran éxito con "La Fiaca", que se repitió en diversos países latinoamericanos.El autor produjo textos como "Cien veces no debo", "Los japoneses no esperan" y "Solita y sola". Escribió "Mi cuñado" para televisión, la primera temporada de "Poné a Francella, integró el elenco de "Las de Barranco", de Gregorio de Laferrere, en el Teatro Nacional Cervantes, con la dirección de Oscar Barney Finn y participó de la junta directiva de Argentores, mientras desarrolla una intensa actividad teatral.
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