GUERRA DE CIVILIZACIONES


TODO LO QUE NO SE DICE, PARA NO PREOCUPAR

Por Walter Preziosi
Buenos Aires, 13-04-2008

La gran mayoría de los medios de prensa, exceptuando a la Agencia Kaliyuga, han evitado informar sobre los importantes acontecimientos que han sucedido a nivel mundial en las dos últimas semanas y que lo han tenido como sujeto principal a George Bush, respecto del cual, a diferencia de lo que habitualmente se afirma, consideramos que se trata de un político astuto en el sentido habitual que se le ha dado a dicho término desde una óptica moderna.

En la primera semana de abril el presidente norteamericano concurrió a la reunión de la Otan que se realizó en la ciudad de Bucarest, Rumania. Allí, si bien eran múltiples los temas a tratar, había uno que se destacaba como el principal: la guerra de Afganistán, en la cual está comprometida dicha organización junto a otros países asociados que componen un inédito contingente de 37 naciones confabuladas todas en la intención de evitar que el movimiento talibán siga conquistando territorio y que lleve a cabo en estos días su tan anunciada ofensiva de primavera.

Es de destacar que los distintos medios de prensa suelen hacer un silencio generalizado respecto de la importancia de esta guerra, por lo que no resulta conveniente que se difunda dado que con la misma se juega el destino del "occidente"(1). Tampoco es oportuno que se sepa acerca de los severos inconvenientes por los que la misma está atravesando ni que, tras conocerse tal fracaso, se arribe a la conclusión no querida de que no se trata de una civilización invencible, tal como nos pintan los medios habituales y a la cual se le puede hacer frente sin contar con el apoyo expreso de ninguna potencia. Bien sabemos al respecto que el único sostén que hoy tiene el hasta ahora victorioso movimiento talibán es el de una organización transnacional, Al Qaeda, que no gobierna en ningún territorio y que tiene su sede provisoria en una provincia aledaña de Pakistán que linda con dicho país. Pero como nuestra Agencia afortunadamente no está comprometida con los sagrados intereses de "occidente", no tiene inconveniente alguno en divulgar lo que sucedió en Bucarest y días después en Soci (Rusia) en la reunión que Bush sostuviera con su colega y aliado Putin, respecto de la cual se ha hablado menos todavía.

Bucarest ha sido un trago amargo para el presidente norteamericano quien no logró convencer a sus colegas europeos respecto de la necesidad de incrementar las tropas en por lo menos tres mil hombres a fin de poder evitar la aludida ofensiva de primavera del movimiento talibán. Solamente el atlantista Sarkozy, que está atravesando un muy intenso romance con una modelo top, resolvió enviar otros 700 soldados al frente de batalla, los 2300 restantes tuvo que ponerlos una vez más el presidente Bush. Y era urgente e indispensable hacerlo, pues, además de la aludida ofensiva de primavera, Canadá estaba amenazando con retirar sus tropas debido a las incesantes bajas padecidas y por haber sido destinadas a la zona más conflictiva de todas, la del sur, mientras que los restantes aliados se dedican a efectuar "misiones humanitarias" y pacíficas en lugares en donde casi no se combate.

Pero lo más grave de todo lo acontecido fue la aparición en plena conferencia de un documento elaborado por el gobierno alemán manifestando abiertamente la necesidad de retirarse de Afganistán "antes de que sea demasiado tarde". En el mismo se hace un relato histórico minucioso por el que se recuerda que, debido a ciertas circunstancias históricas y geográficas especiales, tal país siempre salió vencedor en todas las guerras que se le hicieran. Comenzando con la británica en el siglo XIX cuando, en plena expansión del Imperio inglés, se invadió tal nación con un poderoso ejército con la finalidad de unir geográficamente la India (de la que formaba parte el actual Pakistán) con el Medio Oriente. Pero sucedió que, luego de dejarlas avanzar hasta una zona montañosa, las tropas británicas fueron diezmadas de manera tan contundente que solamente pudo volver un solo sobreviviente de todo el ejército invasor (2). En un tiempo más cercano sucedió algo parecido con la ex Unión Soviética, la que, luego de combatir inútilmente por nueve años consecutivos, fue finalmente derrotada en 1989 y este acontecimiento fue tan dramático y contundente que además produjo por rebote el inicio de su proceso de disolución.

El gobierno alemán manifiesta con este documento la profunda preocupación de que en la medida que la guerra se siga prolongando en el tiempo, se produzca el estrepitoso fracaso de la misión de la OTAN con todas las secuelas que pudieran sobrevenir luego, tras una contienda que ya lleva siete años sin visos de resolución a corto plazo y en donde por el contrario el movimiento talibán ha incrementado cada vez más su predominio; por lo cual propone, y en esto lo ha acompañado también el gobierno inglés, quitarle el apoyo al actual presidente títere Karzai y tratar de buscar un acuerdo con un sector más moderado de los talibanes. Es decir, acudir a la táctica del soborno, de la cual Bush recela en gran medida pues la misma no ha dado resultado en las regiones del nordeste de Pakistán en donde un acuerdo con los talibanes pashtun ha servido únicamente para permitirle a Al Qaeda sentar allí sus bases operativas a fin de organizar sus ofensivas en Irak, Somalia, Magreb y otros países en donde está combatiendo con éxito.
Disgustado con la reunión de Bucarest, Bush se dirigió el fin de semana a Rusia para visitar a Putin en su dacha en la localidad de Soci. La prensa obviamente no informó de una acción de represalia efectuada por las Fuerzas Armadas del Emirato del Cáucaso (casi todos ignoran de qué se trata) en dicha localidad cuando un atentado a poca distancia de donde estaban reunidos los dos gobernantes fueron heridos tres policías.

Se sabe que, a pesar de las diferencias aparentes para consumo del gran público y de los nostálgicos de la Tercera Roma bizantina, ambos gobernantes concuerdan en las cosas esenciales. Putin siempre quiso que fuera un republicano el que ganara las elecciones en los EE.UU. pues por experiencia sabe que éstos son más pragmáticos y menos apegados a ideologismos y que como él ven con más claridad el gran dilema por el que atraviesan hoy en día ambas naciones. Es de recordar que fue un régimen demócrata el que generara un boicot internacional contra la URSS justamente en el momento en el que ésta luchaba en Afganistán contra el gran enemigo del "occidente", el naciente fundamentalismo islámico. El mismo que Putin tiene en su propio territorio en regiones tales como Chechenia, Daguestán e Ingushetia, entre otras. Es decir, en todas aquellas en donde hoy se constituido un gobierno paralelo bajo la bandera del Emirato del Cáucaso, del mismo modo que lo han hecho los talibanes en Afganistán.

Es de recordar al respecto que cuando Putin mandó a masacrar a los secuestradores chechenios del teatro de Moscú, sin preocuparse de que en tal acción murieran también un centenar de rehenes, Bush y Sharon, por Israel, fueron los únicos que lo felicitaron públicamente. De haber estado un demócrata en el poder habría protestado por los derechos humanos violentados. Bush en cambio es astuto, lo denuncia sólo cuando le conviene hacerlo pero en cambio lo exalta cuando ello favorece a sus intereses. Acabamos de vivirlo ahora en la Argentina cuando su emisario acaba de felicitar al gobierno de Kirchner por haber enjuiciado a los "torturadores", es decir a los que aplicaron el mismo procedimiento del "submarino" que él utiliza ahora en Guantánamo o en Szymany con los mujaidines para defender la democracia. Si los "torturadores" argentinos no hubieran realizado la guerra de Malvinas, es decir no se hubieran hecho fundamentalistas, entonces no los estarían condenando como ahora.

Los resultados de la reunión de Bush con su gran amigo Putin fueron realmente sorprendentes y lograron contrarrestar el trago amargo de Bucarest. Las bases rusas en Azerbadján podrán ser utilizadas de aquí en más para bombardear al talibán. Queda claro que éste era el sentido del famoso escudo misilístico que generaba tantos resquemores entre ambos países. Pero además quedó también latente una idea complementaria en tanto que dicha base también podría usarse en el caso de que Irán tomara un camino equivocado. Bush está convencido al respecto de que existe una alianza secreta entre sectores de dicho régimen y el grupo de Al Qaeda. Esto lo ha percibido ahora en la reciente guerra civil que estallara entre sectores chiítas en Bassora y otras ciudades de Irak poniendo en jaque la autoridad del gobierno de Maliki.

Si bien el régimen de Ahminajedad lo apoya a este último por su ascendencia chiíta, se sabe que hay importantes sectores de la Guardia Revolucionaria que están abiertamente comprometidos con la milicia de Moqtada Al Sadr, el sector insurrecto que solicita la salida de EE.UU. de Irak, es decir lo mismo que Al Qaeda (3).

El gran temor que subyace en todo esto es que se cumpla la promesa de Al Zawahiri, si cae Bagdad en manos fundamentalistas el paso siguiente será Jerusalem. Las bases rusas serán de vital importancia para una guerra preventiva en contra de un mismo enemigo.

Pero también consiguió otros objetivos complementarios. Putin se mostró sumamente comprensivo con la nueva fundación de Kosovo. La táctica de Bush, que es la misma que la de Ratzinger, es a su vez parecida a la que utilizara Inglaterra durante el régimen colonial. Consiste en captar a sectores importantes de los países colonizados asimilándolos a su cultura para de esta manera debilitar a los fundamentalistas. En este caso la meta es la de fortalecer a un islamismo moderno y secularizado haciéndolo ingresar a la Comunidad Europea. El caso de Turquía sería pues el mismo, y es por ello que el Papa es hoy en día uno de los principales sostenedores de su "europeización". Y es por ello también que Rusia ya casi ni protesta por Kosovo en tanto que seguirá siendo apoyada en su lucha contra el Emirato del Cáucaso. Al menos resulta claro para todos que ello es lo que hace hoy en día el "occidente" silenciando la misma existencia de tal institución.

Al volver a su país Bush se sintió mucho más fortalecido. Se lo notó en su discurso del pasado jueves al celebrarse la toma de Bagdad hace cinco años. Dijo por primera vez que los dos grandes enemigos de Norteamérica son Irán y Al Qaeda al mismo tiempo. Algo semejante había pasado también hace cinco años cuando dijo que había que romper la relación entre Bin Laden y Saddam Hussein. La guerra de civilizaciones está a punto de escribir un nuevo capítulo.

(1) Para los que nos leen por primera vez explicamos que la utilización del término "occidente" es para referirse a la actual distorsión moderna del verdadero Occidente milenario propio de Grecia, Roma y el Cristianismo medieval con el cual tal caricatura no tiene nada que ver.
(2) Las tropas británicas fueron diezmadas en la cadena montañosa de Tora Bora y solamente un médico de las mismas, el Dr. Brydon, pudo volver cabalgando a la India. En una de sus habituales alocuciones, el también médico Dr. Al Zawahiri, n.º 2 de Al Qaeda, manifestó jocosamente refiriéndose a la inminente derrota americana en Afganistán que "esta vez el Dr. Brydon no volverá a la India".
(3) La evidencia de que existen severas diferencias en el régimen iraní respecto a lo que sucede en Irak se lo ha notado días pasados cuando su ministro de Relaciones Exteriores repudió el bombardeo a la Zona Verde de Bagdad, en donde se encuentran las dependencias del invasor norteamericano, por parte de la milicia de Sadr, la que es apoyada cada vez más por sectores importantes de la Guardia Revolucionaria khomeinista.

jevola@ciudad.com.ar