El grupo evangélico
tiene cerca de ocho millones
de fieles en Brasil
La justicia brasileña ha puesto contra las cuerdas a la Iglesia Universal, el grupo evangélico más poderoso del país, tras haber aceptado a trámite todo un rosario de delitos, entre los que figuran el blanqueo de dinero, la formación de bandas, la falsificación de documentos y la ocultación de bienes con ayuda de empresas fantasma.
Mientras acusa de lavar dinero a los responsables de la Iglesia Universal, la Justicia brasileña advirtió que también habrían cometido el mismo delito en la Argentina, donde posee 110 templos y cerca de 500.000 seguidores. Así lo informó el diario Folha de San Pablo, que destacó que miembros del Ministerio Público consideran probable que la Iglesia Universal del Reino de Dios, considerada una secta, haya exportado a otros países, entre ellos la Argentina, sus métodos de lavado de dinero y tráfico de divisas.
En Argentina nadie investiga ¿para qué? ¿Será éste el exitoso resultado del blanqueo de capitales?
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